…tu mayor deseo se hará realidad si pliegas mil grullas de papel… MIL GRULLAS AZULES

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«El Proyecto «Mil grullas Azules», intenta sensibilizar a la comunidad sobre el concepto de la
empatía, y su necesidad, para construir a partir de ella un mundo con más igualdad e inclusión
para todos. Si todos pudiéramos detenernos un momento y pensar en nuestros actos cotidianos,
en lo importante que es la empatía para poder entender lo que le pasa al otro, podríamos
modificar nuestras actitudes y ser sus portadores en cada momento»
– reza la fundamentación del proyecto original. Esta iniciativa se hizo eco en varios grupos de docentes de distintas partes del país.

«La propuesta – continúa- nace en el marco de la Ley N° 13.522 que establece instituir el día 7 de septiembre de cada año como “Día del Autismo y TGD”, el cual tendrá el objetivo de dedicar ese día al
análisis, estudio y seguimiento de la aplicación de la Ley 13.380, en todo el territorio
bonaerense».

Nuestra escuela (N° 1-402 «Enrique Tittarelli» de Rivadavia, Mendoza) no escapa a esta realidad. Al recibir una invitación para participar de este proyecto nos hace repensar sobre nuestra postura como escuela inclusiva.

Participar significa sumarnos a la causa de concientización de sobre el Autismo y la inclusión de las personas con capacidades diferentes y promover la empatía en nuestra comunidad y comunidades vecinas, sabiendo que alojamos a niños singulares.

No podemos mirar para otro lado teniendo a un niño autista y a otros niños con NEE.

Nuestras mil grullas tendrán la misión de extender las posibilidades de concientizar a la población rivadaviense: nuestras propias familias, las familias de otros establecimientos, las familias vecinas y las no vecinas sobre la necesidad de adaptarnos a las singularidades de las personas y sensibilizar a partir de la empatía.

Nos sumamos a lo expuesto en el proyecto propulsor de esta iniciativa : «somos conocedores que la escuela es un espacio donde se puede inculcar momentos de reflexiones positivas y de  fortalecimiento de las buenas relaciones interpersonales, por esa razón consideramos pertinente y oportuna la posibilidad de hacer extensiva la propuesta de las grullas de los deseos, sumado a la necesidad de evidenciar que la educación inclusiva debe ser una política pública que comprometa a toda la comunidad del sistema educativo, en todos sus niveles y -al mismo tiempo- una práctica concreta en cada aula de cada escuela porque sólo de esa forma la justicia social, signada por la igualdad de oportunidades, será una realidad efectiva.

En este sentido, como educadores y educadoras tenemos el enorme desafío y la gran responsabilidad de garantizar que las propuestas específicas que se desarrollen en las instituciones aseguren el acceso, el aprendizaje y la participación de todos/as.

En esta línea de concordancia, este proyecto apunta a la construcción de comunidades colaborativas para conformar un tejido sólido y bien entrelazado donde se establezca una real articulación, buscando que las escuelas se abran a otras escuelas, a otras organizaciones de la sociedad civil y a la comunidad en general para configurar un verdadero sistema inclusivo, porque como sabemos, cada establecimiento constituye realidades complejas y serán sus mismos actores quienes promuevan el cambio indispensable que la coyuntura actual demanda para hacer de cada escuela un lugar para todos y para todas».

Ampliamos la propuesta original y sumamos grulla multicolores por aquellos niños con capacidades diferentes que necesitan, con todo derecho, encontrar su espacio entre nosotros y , por qué no, por todas nuestras singularidades.

Bautizamos a nuestra participación como «QUINIENTAS GRULLAS AZULES. QUINIENTAS GRULLAS MULTICOLORES».

¿Cuál es la historia de las mil grullas?

«SADAKO Y LAS MIL GRULLAS DE PAPEL»

La niña japonesa Sadako Sasaki padeció una grave enfermedad que la mantuvo hospitalizada durante mucho tiempo. En esa estadía obligada se aferró a lo que dicta la cultura japonesa de que las grullas son el símbolo de la longevidad y salud. Una de sus creencias más antiguas, dicta que si elaboran mil grullas de papel (práctica también conocida como origami), los dioses les devolverán mediante el frágil vuelo de esta ave, la salud perdida y larga vida. Sadako tenía la edad en la que el ser humano aún conserva la impertinente creencia en el poder invisible de los milagros, así que mientras moría lentamente, comenzó a elaborar sus propias grullas.

Para ese tiempo, los hospitales de Hiroshima se encontraban colapsados. Súbitamente, se empezaron a poblar sus camas por las víctimas de radiación y mutaciones, se manifestaron entre los 8 y 9 años posteriores al bombardeo.

Cuando la chica se percató que la espantosa muerte de los enfermos crecía exponencialmente, decidió que no sería justo pedir sólo por la recuperación de su cuerpo. Arrancando literalmente el papel de las paredes, de las cajas de medicamentos y la recaudación de papel que obtuvo gracias a las donaciones de  familiares, amigos, maestros, compañeros de escuela y médicos, consiguió elaborar 644 grullas de origami. La muerte la alcanzó el 25 de octubre de 1955.

Había nació el 7 de enero de 1943. A los dos años de edad, sobrevivió milagrosamente a la explosión atómica lanzada en Hiroshima, su ciudad natal. Cuando cumplió once años, tuvo que ser internada de emergencia al detectársele leucemia degenerativa.

Sadako inspiró a un país entero. Las 356 grullas que le faltaban, fueron elaboradas y llevadas a su tumba. Niños y adultos de la ciudad las hicieron por ella, le ayudaron con su última tarea para que su alma pudiera descansar. 

Los amigos de Sadako comenzaron a pedir que se construyera un monumento para ella y todos los niños que habían muerto como consecuencia de la bomba atómica, y en 1958 se puso una estatua en el Parque de la Paz, en Hiroshima.
Este memorial está hecho con 140 mil ladrillos, y cada ladrillo representa una víctima, (número de las mismas al final de 1945). La Cúpula Genbaku tiene en la parte superior a Sadako, es la figura de una niña con los brazos abiertos, y la grulla en la parte superior. En la base de la estatua está grabada la siguiente oración: “This is our cry, this is our prayer; peace in the world” (Este es nuestro lema, esta es nuestra plegaria: paz en el mundo”). Cada 6 de Agosto, día conocido en Japón como el día de la paz, todavía se ponen mil grullas debajo de su estatua para pedir por la paz en el mundo.

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